Fidget Spinners

18 May Y los fidget spinners llegaron a mi vida

Lo más probable es que a ti los fidget spinners te hayan llegado antes que a mí o posiblemente todavía ni los conoces pero hasta hace tres semanas no había oído hablar de este gran artilugio, invento o si me permites que muestre mi opinión… ¡negocio!

 

LOS FIDGET SPINNERS INVADIERON LAS AULAS

Mi primer contacto fue a través de un profesor de secundaria hace unas semanas. Me contaba que en su colegio estaban un tanto desesperados porque aquellos pequeños platillos volantes invadían sin parar las aulas. Todos los chavales del colegio llevaban su Spinner entre las manos durante todo el día, en clase, en el patio, en la calle, etc.

Además de ello se empezaban a detectar los primeros accidentes con estos artilugios. Se supone que son inofensivos pero en este caso ya habían producido un pequeño derrame en la retina de una de las niñas del colegio. Este profesor me explicó que lo llevaban, según los chavales, con un objetivo muy claro: “Para reducir el estrés”. Y bueno, en eso quedó nuestra conversación abriendo a su vez en mi una duda: “¿Tanto nivel de estrés viven estos chavales como para necesitar un Spinner mágico?”.

 

INVESTIGANDO LOS FIDGET SPINNERS

No es que lleve horas y horas investigando pero he intentado revisar mínimamente su procedencia y su historia y esto son los datos con los que me he ido encontrando:

El Fidget Spinner es un sencillo dispositivo que tiene tres puntas con un centro giratorio cada una, y a su vez rota a gran velocidad sobre un eje que se sostiene con la mano. Sus diversos colores y figuras los hacen crear atractivos efectos visuales. Incluso los hay que brillan en la oscuridad.

La idea surgió a principios de los 90 cuando Catherine Hettinger, tuvo que inventar algo para entretener a su hija Sara aquejada de miastenia gravis (una enfermedad autoinmune que debilita los músculos).

El precio varía entre 1 euro y 900 euros.

 

MI PRIMER ENCUENTRO EN EL BUS

Puede ser que hasta el momento me hubiese cruzado con algunos de ellos, pero realmente no había puesto mi atención en esos trocitos de plástico.

Ayer fue distinto…subí en el bus y en unos segundos esos tres chavales de casi 1’80 metros llamaron mi atención. Hablaban de pie en el bus, manteniendo su equilibrio al azar ya que sus dos manos estaban conectadas a sus fantásticos Spinners. Con una mano lo sujetaban desde el centro y con la otra lo hacían girar. Me quedé fascinada mirando aquella escena: tres chavales de 16 años, tres spinners y una conversación curiosa sobre el estrés. Uno de ellos decía: “Yo creo que Marian, la profesora de ciencias se está poniendo nerviosa en clase cada vez que nos ve con los spinners”. Y parecía que aquello les hacía gracia.

Se me ocurrió algo: “Seguro que Marián necesita también un Spinner para recuperarse del estrés, ¿verdad?”.

 

REFLEXIONES

Yo no sé a ti pero a mi estas situaciones me hacen pensar, me hacen sentir que estamos cada día en medio de un experimento de Psicología Social. Me parece realmente sorprendente que seamos capaces de copiar tan rápidamente conductas sin analizar con profundidad la utilidad o no de las mismas. Te puedo asegurar que aquellos tres chavales del bus, después de que el spinner diese la vuelta número 300 no estaban ni más ni menos estresados. Es más, si tengo que serte sincera el bus tuvo que esperar unos segundos a que ellos, con toda la tranquilidad del mundo, sin el menor estrés, bajaran del bus.

Considero que no existen los mecanismos o estrategias aplicables a todos los seres humanos. Considero también que una conducta tan física como darle vueltas a un trocito de plástico no va a reducir considerablemente el estrés real. Posiblemente hay opciones mucho más útiles, mucho más desarrollativas y capaces de hacer que ese ser humano realmente crezca a partir de situaciones de estrés:

Deporte: la práctica de un deporte en el que ese niño, adolescente o adulto disfrute, puede suponer una medida remediativa para disminuir el estrés que va acumulando en su día a día.

Hábitos de vida: mantener unos hábitos saludables en nuestra alimentación o en los hábitos de sueño puede darnos energía suficiente para afrontar situaciones retantes sin acumular tanto estrés.

Mindfulness: el aprender a conectar y disfrutar de cada situación que vivimos, nos permite experimentar una vivencia detrás de otra, sin acumular esa tensión.

Actitudes: posiblemente lo más útil es desarrollar nuevos aprendizajes y actitudes que nos hagan más fuertes y que nos permitan analizar las situaciones que vivimos desde otros puntos de vista. Darle a un chaval un Spinner me parece algo demasiado remediativo ya que lo único que le haremos aprender es que ante los problemas, tiene que darle vueltas a un trocito de plástico. Seguro que hay cosas mucho más interesantes al respecto en este tipo de situaciones como por ejemplo hacerse preguntas útiles como:

  1. ¿Qué ha ocurrido?
  2. ¿Cómo has contribuido tú en lo que ha ocurrido?
  3. ¿Cómo has reaccionado?
  4. ¿Qué aprendes de esta situación?
  5. ¿Qué podrías hacer en el futuro de manera distinta?

Si en vez de comprarles un Spinner para que le den 300 vueltas a este trocito plástico, les regalásemos estas preguntas para que le diesen 1 sola vuelta, igual conseguiríamos que el estrés se convirtiera en algo distinto. ¿No crees?

 

Reme Egea_Formación para docentes

Reme Egea

Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.

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