08 Dic 10 trucos para apasionar a tus alumnos

1. Vive los lunes como los viernes

Sería increíble para ellos entrar a tu clase del lunes y que te viesen con la alegría que caracteriza a los viernes en los que el fin de semana está a la vuelta de la esquina. El lunes es uno de esos días que nos queda por vivir, ¿por qué no aprovecharlo al máximo?

2. Hazles sentir tus maestros

Tú sabes de tu materia (inglés, matemáticas, biología, química) o de la habilidad que les enseñas (tocar las guitarra, bailar salsa, pintar al óleo, tirar a canasta) pero ellos saben de sus pasiones, de su vida, de lagartijas, de cromos, de juegos o de aficiones que acaban de aparecer, ¿por qué no dejar que sean tus maestros?

3. Conviértelos en alumnos de por vida

Evidentemente todos los cursos, formaciones, clases o entrenamientos tienen un inicio y un fin pero la relación de un alumno y un profesor puede ser un vínculo de por vida. Además, es un vínculo intercambiable porque muchas veces tus alumnos se pueden convertir en tus futuros maestros. ¿Por qué no acudir a ellos cuando necesitas aprender?

4. Da más de lo que esperan de ti

Si esperan de ti que les enseñes a restar, puedes enseñarles también a restar problemas y sumar amigos. Si esperan de ti que des clase hasta las 10’30, pues quédate con ese alumno que está preocupado por algo durante tu pausa. Si esperan que le enseñes a hacer un plan de negocio, pues dales además la fuerza para emprenderlo. Si esperan de ti que le enseñes un saque, pues haz que aprenda también a superar caídas en su vida. ¿Por qué no dar siempre más?

5. Diles que tienes la mejor profesión del mundo

No es necesario que se lo digas de palabra (que seguro también les gusta escucharlo) sino que puedes decirlo con tu actitud, con tu cara de disfrute, haciendo lo que tanto te gusta hacer. Puedes vestirte como si fueras cada día a un evento realmente especial, ponerte tu mejor perfume y prepararte para un gran día. ¿Por qué no mostrar tu disfrute por hacer algo tan increíble cada día?

6. Trata a cada uno como único y especial

Sé que todos son tus alumnos y que debes tratarlos con el mismo respeto y cariño a todos ellos. Pero también es cierto que hay muchos aspectos en los que son diferentes y necesitarán de ti distintas palabras, distintos apoyos, distintas herramientas y recursos para tocar a cada uno con maestría. Por este motivo, empieza aprendiendo sus nombres, sus gustos, sus aficiones, aquello que les motiva, aquello que les preocupa. ¿Por qué no tratar a cada uno como único, especial e irrepetible?

7. Derrocha pasión

Contagia tu ilusión por lo que haces desde que entras en esa aula, en esa clase, en ese campo o en esa pista, hasta que salgas de la misma. Haz sentir a todos tus alumnos que la tuya no es una profesión sino una forma de vida. Sonríe, ríete, aprende, enseña, respira pasión. ¡Qué se note que si pudieras haber elegido cualquier profesión habrías elegido la de ser docente!. ¿Por qué no derrochar pasión desde que entras hasta que sales?

8. Provoca cambios

No te conformes con simplemente enseñarles unos conocimientos, unas habilidades o unas competencias, tienes la posibilidad de ir mucho más allá. Ponles retos a tus alumnos, desafíalos, ponlos a prueba, provoca cambios y cuando inicien ese camino, acompáñales en esa aventura. ¿Por qué no lanzarles hacia cambios extraordinarios?

9. Diles que les quieres

Mírales a los ojos y diles qué es lo que significan para ti. Hazles sentir que eres tremendamente afortunado por compartir una parte de tu vida con cada uno de ellos. Sonríeles de forma individual, busca detalles únicos en cada uno y crea gestos que transmitan en sí mismos el cariño que sientes por ellos. ¿Por qué no decir a la gente que quieres, que la quieres?

10. Hazles creer que tienen alas

Tienes que ser capaz de buscar cualquier motivo que les haga creer en sí mismos. Hazles sentir que sí que pueden, que sí que van a conseguirlo, qué sí que van a superar el reto que tienen por delante. Hazles crees que tienen alas…¡y volarán!