Deberes de verano para aumentar la inteligencia de tus hijos

04 Jul Deberes de verano para aumentar la inteligencia de tus hijos

Deberes de verano para aumentar la inteligencia de tus hijos

Es importantísimo que tus hijos dediquen el verano a hacer deberes y más deberes. Todos los días, de 9 de la mañana a 17 horas como si de un horario laboral se tratase. Hazles trabajar incluso el fin de semana y que así se vayan acostumbrando a la vida real…¡Menuda locuraaaaaa!

No sé tú pero yo después de ver a muchos padres y sus obsesiones por los deberes de veraniegos, quiero volver a los veranos de mi infancia en donde todo se resumía en juegos, niños, agua y algún que otro helado. Creo que nos hemos vuelto un tanto locos a la hora de “crear” niños inteligentes, cuando por naturaleza ya lo son sin que nosotros tengamos que hacer nada de especial.

Ayer estaba jugando con trenes de madera, barcos, camiones y grúas en un área del Abacus y me entristeció ver esta imagen: un padre con un niño de 7 o 8 años que le seguía con cara de no demasiada alegría. El padre llevaba 5 libros entre manos pero no habían aventuras y animales espectaculares sino que solo se podía leer: mejora en matemáticas, lengua para aprobar, y así otros tantos títulos. ¿Qué verano le espera a este pequeño? 

¿Realmente quieres ponerles deberes que les hagan más inteligentes a todos los niveles? Pues toma nota y apunta…puedes ponerles las horas de deberes que quieras, sin límites…

1. Escucha música con ellos y muévete: buscad músicas distintas, da igual que sea ópera, rock, heavy, una banda sonora, una batucada o una canción para niños. Deja que tus hijos se introduzcan en el delicioso mundo de los sonidos. Si quieres ponerle un toque más de locura baila con ellos al ritmo de lo que suene. Hazles sentir que lo importante no es lo bien que se baila sino simplemente el hecho de “gozarlo” como dicen mis profes de bailes latinos. También podéis crear instrumentos: cualquier cosa se puede convertir en un tambor, cualquier botella de plástico vacía en un sonajero, cualquier palo en una flauta. 

2. Disfrutad de la comida: yo suelo ser de aquellas a las que les asustan las manchas de cereza, de fresa o sandía por lo que cuestan de eliminar. Esto hace que sin darme cuenta elimine parte del placer de disfrutar de la comida. Un buen deber para ellos y para ti puede ser que les dejes disfrutar de un buen trozo de sandía sin importarte las consecuencias. Ponles un bañador si es necesario pero deja que se manchen todo lo que necesiten para no perder ni un segundo de disfrute con la comida. También puedes permitirlo con un helado, de los de chocolate, de esos que se derriten tan solo mientras los miras.

3. Agua, agua y más agua:monta algún espacio en el que puedan experimentar con el agua sin más. No es necesario una piscina ni una playa entera (qué también nos dan opciones de miles de deberes de este tipo…), sino que con solo un par de cubos, cacharros y una manguera puedes hacer maravillas. El agua nos conecta con las partes más naturales de nosotros mismos por lo que el simple contacto con la misma nos produce placer. Juega con ellos, llenad globos de agua, salpicad, chapotead, derramad agua, deja que se mojen desde la cabeza a los pies…cualquier cosa que hagáis con el agua se convertirá en una experiencia increíble.

4. Construir alguna manualidad: hoy en día youtube se ha vuelto una fuente de inspiración extraordinaria. Puedes encontrar miles de manualidades que permitirán que tus niños se vuelvan más y más creativos. Tienes manualidades para todos los gustos: recortables, crear marionetas y jugar con ellas, pintar, pegar, dibujar…¡Hay tanto que el problema puede estar por dónde empezar!

5. Léeles y que te lean: una práctica ancestral preciosa es la de leer para otros seres humanos. Si eres tú el que va a leerles algo, pon tus mejores voces, juega con las palabras, con los sonidos, con toda tu comunicación no verbal hasta que sientas que se meten en la historia como si estuviera pasando ahora mismo. Si son ellos quienes van a leerte, deja el móvil desconectado y escúchales como si fuera lo más importante que hubieras escuchado durante toda tu vida.

6. Construid castillos de arena: no me refiero a deberes sencillos de un simple castillito, no. Me refiero a construcciones verdaderamente espectaculares. Podéis crear distintas alturas, puentes, un río que rodee al castillo. Me refiero a ese tipo de construcciones a primera línea de la playa que la gente bordea mientras camina para no destruir. Déjate llevar por ellos, que te inspiren con su creatividad y si las ventanas tienen que ser pasadizos secretos que lo sean…déjales soñar…

7. Master chef: ¿Por qué no convertiros en chefs durante un día? ¿O dos? ¿O tres? Déjales improvisar con los alimentos y crear comida para toda la familiar. Da igual que sea una ensalada, unos creps o una tarta original. Lo importante es que manipulen, toquen texturas y creen algo delicioso (o no tan delicioso) con lo que tienen delante de sí mismos. 

8. Abrazos, besos, dormir pegados: creo que no os podéis poner mejores deberes que aquellos que tengan que ver con el contacto humano. Si necesitas inventarte un juego para aprovecharte de sus besos y abrazos, hazlo, pero gasta tiempo de este verano en ese contacto humano. No lo digo solo por ellos, sino también por ti. Por experiencia te diré que mirar la cara de un niño de dos años (o dos niños, en mi caso) mientras duermen es un verdadero placer. Deja que solo haya un espacio de centímetros para verles bien y disfruta de uno de los mejores deberes que podrías ponerles.

Yo ya me he puesto con alguno de estos deberes…¿Y tú? ¿Te animas a hacer deberes con tus hijos?

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Reme Egea

Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.

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