19 Oct «Este alumno es tonto»: El peligro de las etiquetas

Como veíamos en el anterior post,

a lo largo de nuestra vida, recibimos numerosas etiquetas ya sea por parte de nuestros profesores, de nuestros amigos, de nuestra familia o de cualquier persona que se cruza con nosotros.

Parece que el hecho de etiquetar da cierta tranquilidad a quien utiliza las etiquetas ya que da una falsa sensación de que “se controla” lo que tienes ante ti.
Pero las etiquetas no solo sirven para hacer el mundo más sencillo a quien las usa sino que tienen consecuencias bastante negativas en el que las recibe (y aunque no lo parezca, en el que las utiliza). Y justo en las aulas, es uno de los primeros lugares donde vemos este peligro. Vamos a ver algunas de estas posibles consecuencias.

ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL ETIQUETADO

Pretenden predecir el futuro: Las etiquetas dan la falsa sensación de que pueden predecir el futuro, como si la conducta fuese algo invariable. Este aspecto es curioso porque si tú mismo no sabes ni qué va a pasar en el mundo dentro de 5 minutos, ¿cómo sabes que va a pasar en años? Cada día veo como las predicciones meteorológicas cambian de hora a hora. Hay días que sales con una chaqueta porque según una APP se espera un día lluvioso y después te sorprende un sol veraniego que no esperabas. Entonces si hasta el tiempo cambia tan rápido, ¿cómo no van a cambiar nuestros alumnos?

Dejan de ver lo que hay en realidad: las etiquetas confunden totalmente a nuestros sentidos y perciben partes de la realidad. Al etiquetar hacemos que nuestra vista, nuestro oído, etc. atiendan a esas partes de la realidad que van a confirmar nuestra hipótesis. Si un alumno está etiquetado como “problemático”, inconscientemente buscaremos en él respuestas y conductas que nos lleven a reconfirmar esta hipótesis. De alguna manera, el hecho de atender selectivamente nos aparta de la realidad que tenemos ante nosotros.

Dejamos de esforzarnos por cambiar: como vimos en el post anterior, el primero que acaba creyéndose la etiqueta es aquel que la recibe y como cambiar supone un esfuerzo, pues deja de intentarlo. En el proceso de cambio, es habitual que volvamos a las conductas que en el pasado eran un problema pero si no se da un voto de confianza a este nivel, es difícil que se produzca cambio. Por ejemplo, si un alumno ha sido etiquetado de impuntual, vamos a pasar por alto las veces que llega a la hora mientras que el día que llega tarde, volveremos a decirle algo así como…”Claro, es que eres un impuntual, como siempre”.

Generalidades que empobrecen la realidad: El hecho de etiquetar hace que el mundo sea mucho más simple de lo que es. Las etiquetas quitan mucho detalle de lo que tenemos ante nosotros. Cuando un alumno es etiquetado por ejemplo de “hiperactivo” parece que ya tenemos perfectamente acotada la situación, qué hacer, qué pautas seguir, etc. pero lo más curioso es que las etiquetas son elementos vacíos. Dos alumnos pueden recibir esa misma etiqueta de “hiperactivos” y, ¿tú no crees que habrá muchas más diferencias que similitudes entre ellos?

Hace años dejé de utilizar muchas etiquetas y desde entonces intento describir e investigar lo que tengo ante mí. Intento conocer a todos y cada uno de los alumnos con los que tengo los Pies en el Aula, ya sea en las aulas de una empresa, en las de un colegio, en un hospital , en una piscina o en un restaurante. Sea cual sea el aula que esté pisando, sé que ese alumno no puede ser etiquetado porque en ese momento en el que diga “FULANITO ES…”, justo en ese instante me estaré desconectando de la realidad.

¿Y sabes? Me apetece tener los pies en el aula, cerca de ese alumno, como si cada día fuera la primera vez en la vida que nos cruzamos.

¿Y SI EN VEZ DE SER TONTO ES QUE NO HACE LO QUE DEBE?

Reme Egea_Formación para docentes

Reme Egea

Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.

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