28 Feb Igual tus alumnos necesitan más ‘no(s)’

Igual tus alumnos necesitan más ‘no(s)’

Justo la foto que encuentras en este post es la que me ha invitado a reflexionar sobre el “sí”, sobre el “no”, sobre el “puede ser” o cualquier otro tipo de respuesta que podría llevar una petición.

Cada día que mis pies comparten aula con bebes, niños, adolescentes me doy cuenta de que les estamos haciendo crecer en un mundo de “sis”, de “por supuesto”, de “amor, lo que tú quieras”, “o de claro que sí, mi vida”. Si eres un educador, una profesora, un maestro, una formadora o incluso si eres un padre o madre, te plantearás que estas respuestas estaban hechas desde el aprecio, desde el querer poner las cosas fáciles a otros, pero…¿te has planteado los efectos colaterales?

Creo que la imagen que hemos compartido hoy, habla de una necesidad tremendamente humana: la de procesar los “no”. Si te das cuenta, el niño está completamente rodeado de juguetes, libros, regalos y más regalos (posiblemente procedentes de varios “sí”) pero en cambio necesita el mayor regalo que le podrían haber hecho:

“ENCAJAR UN NO”.

Tenemos miedo a dar respuestas negativas que frenen parte de sus deseos, objetivos o sueños pero si no lo hacemos desde el mundo de la educación en las aulas formales e informales (el parque, la playa, el supermercado, etc.) les estamos dejando sin recursos para afrontar distintas situaciones.

 

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE ENTRENARLES EN EL “NO”?

  1. Necesitamos “no” para sentir la frustración y no morir en el intento. Necesitamos sentir que no todo se puede conseguir en el momento en el que queremos, con quien queremos, donde queremos y como queremos. Necesitamos aprender que cuando interactuamos con otras personas también hay que contar con sus respuestas.
  2. Necesitamos “no” para desarrollar nuestra creatividad y buscar argumentos, ideas, alternativas que nos permitan conseguir nuestros objetivos de otra manera.
  3. Necesitamos “no” porque cuando lleguemos al mundo del trabajo, de la pareja o de los amigos, tendremos que aceptar un “no quiero continuar mi relación contigo”, o un “no quiero que trabajes de ese modo” o un “no quiero estar esperándote una hora porque no sabes organizarte”.
  4. Necesitamos “no” para saber que existen los límites y que muchas veces tu libertad acaba donde empieza la libertad de las personas que te rodean.
  5. Necesitamos “no” para aprender a decirlo por nosotros mismos. En nuestra vida nos encontraremos con muchas situaciones por las que no queremos pasar, puntos en los que no queremos ceder, experiencias a las que tenemos todo el derecho de negarnos por lo que si desde la educación revalorizamos el “no” les estamos ayudando a decidir de forma mucho más valiente.

 

TIPOS DE NO

Yo soy de esas educadoras que prefieren reformular la frase en positivo antes que decirle a un niño 200 NO al día (no toques…, no subas…, no digas…, no hagas…). No obstante, hay situaciones como planteaba en las que será útil escuchar el “no” con toda su potencia. En ese tipo de casos, además del NO rotundo sin explicaciones (con el que no coincido demasiado), tenemos alternativas y variedades de ese “no” que nos pueden ser útiles en distintas circunstancias:

  1. RAZONAR: Se trataría de dar una explicación coherente de por qué tienes que darle a uno de tus alumnos la instrucción de que no se puede hacer algo (por ejemplo: no podemos cambiar el examen de fecha como te gustaría porque algunos de tus compañeros se han organizado correctamente y han estudiado por lo que no quiero sancionar sus capacidades de autogestión).
  2. OFRECER ALTERNATIVAS: En muchos momentos en los que tenemos que negar una opción que nos plantean, solemos tener la opción de crear alternativas que se aproximen a lo que nos han pedido (por ejemplo: Me habíais pedido salir antes de la hora y eso no puede ser por las normas de este centro, pero lo que sí que podemos es dedicar los últimos 10 minutos de clase para ver un video de motivación que he encontrado en Youtube y que os puede interesar”.
  3. ANUNCIAR EL NO: Cedemos de algún modo pero le dejamos claro a la persona que en futuras ocasiones respetaremos el no que le hemos anunciado (por ejemplo: Esta vez vas a poder participar en la actividad a pesar de no haber traído las herramientas necesarias para la misma, pero la próxima vez que vuelva a pasar tendrás que volver a casa a por ellas).
  4. PONER CONDICIONES: En ocasiones se puede aceptar lo que nos plantea el alumno pero poniendo unas condiciones que le hagan activar nuevas conductas para futuras ocasiones (Por ejemplo: Estarás aprobado con un 4’8 pero siempre y cuando prepares un proyecto sobre este tema para exponer a tus compañeros en el que demuestres que tienes las habilidades necesarias para superar la materia.
  5. NO TEMPORAL: Podemos dar un “no” en el que maticemos la temporalidad del mismo de forma que tenga esperanzas de que en el tiempo podría ser algo distinto (por ejemplo: En este partido no vas a poder jugar como titular pero si durante el próximo mes eres capaz de cumplir el 100% de los entrenamientos, saldrás como titular.

 

Seguro que tú conoces otras formas de decir que no, sea como sea, el hecho de escuchar un “no” y sentir toda la frustración que este implica nos da fuerza suficiente para ir superando muchos otros retos y desafíos que encontraremos a lo largo de nuestra vida. ¿Por qué no entrenar a nuestros alumnos desde el aula?

 

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Reme Egea_Formación para docentes

Reme Egea

Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto Train The Trainers, Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.

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