06 Jul LA TÉCNICA DEL SANDWICH EN LAS AULAS

En el día a día de tus clases seguro que te encuentras con conductas que necesitas corregir o mejorar entre tus alumnos.

Posiblemente lo hagas de forma directa, o es posible que tengas tus propias técnicas o que incluso utilices la técnica del sándwich. ¿La conoces?

Es muy probable que sí porque es una de las técnicas más conocidas dentro de la asertividad. Puedes encontrar diferentes formas de describirla pero ésta podría ser una de las definiciones más habituales sobre la técnica:

“Al usar la técnica del sándwich, tenemos que empezar dándole a la persona que va a recibir la crítica un mensaje positivo. Así antes de decir que no, estaremos suavizando la conversación y la otra persona estará activando su positividad antes de recibir la crítica negativa. No es lo mismo dar una negativa directa, que preparar el terreno de mensajes positivos. Y para finalizar volveremos a darle algún mensaje positivo”.

En definitiva, si no la conocías previamente es una técnica que nos permite ser más asertivos y está basada en tres pasos:

– Paso 1:

le decimos algo positivo a la persona que tenemos delante, es decir, le hablamos en positivo y le agradecemos alguna de las conductas que está haciendo bien. Esto se correspondería con la primera rebanada de pan en el sándwich.

– Paso 2:

introducimos la crítica, es decir, le decimos aquello que no está haciendo correctamente o que debería modificar. Esto se correspondería con el interior del propio sándwich.

– Paso 3:

Acabamos cerrando con algo positivo para que se vaya con buen sabor de boca. Y finalmente, esto sería la otra rebanada de pan en el sándwich.

Básicamente de esto se trata la técnica. Como el uso de la misma es tan sencillo, ha provocado que muchos docentes la utilicen en sus aulas pero sin darse realmente cuenta de los peligros que conlleva la misma.

PELIGROS DE LA TÉCNICA DEL SANDWICH:

Seguro que puedes detectar muchos inconvenientes en la misma pero mi experiencia me dice que éstas son las contradicciones o efectos secundarios de la misma:

1. Nuestros alumnos no son tontos y si ven que es una técnica que utilizamos con ellos para sacar más efectividad a las críticas, pierde rápidamente su efecto.
2. La crítica puede quedar demasiado desapercibida entre los aspectos positivos. Es útil de vez en cuando que aprendamos a recibir críticas por mucho que nos duela o por mucho que nos opongamos en el primer momento a recibirla.
3. Parece que infravaloremos a nuestros alumnos ya que partimos de la presunción de que a ellos les puede molestar una crítica. Es posible que a muchos de nosotros nos cueste encajar las críticas pero si no hay opción de práctica nos seguirá costando en cualquier situación.

ALTERNATIVAS A LA MISMA

Las bases de la técnica del Sandwich no son negativas sino que parten de una idea muy interesante y es la de decir a nuestros alumnos aquello que hacen correctamente para que puedan mantener la conducta y aquello que pueden mejorar para que cambien una conducta.

No obstante, más que verlo como una técnica creo que puede ser visto como una filosofía de trabajo o incluso de vida, es decir, podemos aprovechar cualquier situación que tengamos para reconocer aquello que las personas hacen bien a nuestro alrededor y también comentar aquellas conductas que necesitan mejorar.

En definitiva, la alternativa que te propongo es que prepares el “sándwich” en el día a día, es decir, en cada experiencia en el aula puedes estar atento a esas conductas positivas que te gustaría que mantuvieran de ese modo puedes reconocerles habitualmente cosas que hacen bien. Y a su vez estar atentos a todos aquellos aspectos que necesitan mejorar de forma que lleguen a sentir naturalidad tanto al recibir reconocimiento por algo que han hecho bien como recibir críticas constructivas de aquello que necesitan mejorar. ¿Probamos?

Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.