Lo que las 3D mo podrán imprimir nunca en el aula

21 Jul Lo que las 3D no podrán imprimir nunca en el aula

Para empezar te diré que igual estoy equivocada. También te diré que es posible que dentro de 100 años (o 50, 20 o incluso menos) alguien lea este escrito y se parta de risa con mi insensatez pero hoy voy a arriesgarme… Voy a hablarte de las impresoras 3D  y lo que estos aparatitos no van a conseguir en un aula. Para introducirte un poco en la materia, te diré que una impresora 3D es una máquina que puede realizar réplicas de diseños en 3D, creando piezas o maquetas volumétricas a partir de un diseño hecho por ordenador.

Surgen con la idea de convertir archivos de 2D en prototipos reales o 3D. Actualmente se utilizan para prototipar o prefabricar piezas, en sectores como la arquitectura, el diseño industrial e incluso en la medicina. Pero…¿sabes qué?

Considero que hay cosas en aula que no van a ser capaces de imprimir. Esto es lo que yo creo que una impresora 3D no conseguirá hacer nunca (ya te he dicho que iba a mojarme), en un aula:

El brillo en los ojos del alumno

Me refiero a ese momento mágico en el que el alumno acaba de descubrir algo nuevo, en el que se produce un click en su mente y siente que está aprendiendo, cambiando sus conexiones mentales para el resto de su vida.

Las palabras de agradecimiento

Espero que una impresora 3D no pueda imitar las palabras que salen temblando de un alumno cuando te dice: gracias por haber creído en mi como nadie lo había hecho o “gracias por haberme dado una nueva oportunidad” o simplemente un “gracias” con lágrimas en los ojos.

La risa y la carcajada

Me refiero a esas risas cuando acaba de suceder algo divertido en el aula, cuando metes la pata como docente y se produce esa risa contagiosa con la que lo único que puedes hacer es unirte a ella.

El asombro

Imagino que una máquina 3D no será capaz de imprimir asombro cuando descubren algo curioso, algo que les llama la atención. Ese momento en que se sienten los dueños del mundo simplemente por dar un paso más en el aprendizaje de cualquier habilidad.

La alegría de superar un reto

En un aula se cruzan los miedos de cada alumno, sus retos, todo aquello que les queda por aprender y mejorar como seres humanos. Y me atrevería a decir que todos los días, hay instantes en los que alguien siente que ha dado un paso adelante, que ha superado lo insuperable. Espero que esa alegría no pueda ser imprimida por una de esas fantásticas máquinas.

La voz, sus opiniones y sus ideas

Estoy segura que ninguna máquina 3D podrá imprimir esas voces potentes, esas defensas locas por un ideal, por algo en lo que creen, discusiones interminables en las que su personalidad cobra vida. Esas impresoras tendrían que ser tremendamente listas y creativas para imprimir ideas en 3D.

Nosotros

Espero que esas impresoras 3D no nos impriman a los docentes, a los alumnos, a los protagonistas de la educación. Espero que continuemos necesitando padres, madres, personas que se continúen dedicando a “imprimir” fantásticos seres humanos sin ser sustituidos por una impresora 3D.

No sé tú, pero yo de momento continuaré defendiendo esa arriesgada idea de que las famosas impresoras 3D no podrán imprimir este listado que te acabo de compartir.

Un saludo para ellas (las 3D) y un abrazo para los que todavía continuáis siendo de carne y hueso.

 

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