Maribel Nieto_Formación para docentes

01 Sep No soy buena para el baile. La Autoestima según Maribel Nieto

1-2-3-… -5-6-7-… -1-2-3-… -5-6-7-… -1-2-3-… -5-6-7-… -1-2-3-… -5-6-7-… Mira que lo había intentado veces y veces, pero no era fácil seguir el ritmo de aquello. Una de mis ideas más sólidas sobre mi era esa de “no soy buena para el baile”. ¿También lo piensas sobre ti? Igual no coincides con esta idea pero seguro que tienes alguna frase similar con la que “pretendes” describirte. Igual tu frase es sobre el baile, sobre los idiomas, sobre los deportes, sobre la cocina o sobre cualquier habilidad que exista en el mundo.

NOS ENAMORAMOS DE NUESTRAS IDEAS

Mi idea, yo la tenía clara, clarísima. Y un día se me ocurrió apuntarme a clases de baile para demostrarme a mí misma que estaba en lo cierto (¡cómo nos gusta tener la razón!). Fui durante unos meses y como me costaba bastante pillar los pasos, sentí que mi idea se confirmaba semana a semana. Probé con una profesora, con otro profesor y así fui haciendo mis intentos pero ahí estaba la idea tan firme como el primer día en que la construí…”no valgo para bailar”.

Y ELLA, LO CONSIGUIÓ

Hasta que llegó ella. Hace dos años me apunté a las clases de esa granadina de sonrisa espectacular y de carácter burbujeante. Su nombre es Maribel Nieto y te puedo asegurar que es la mejor profesora de baile que he conocido hasta el momento (¡y eso que he pasado por las clases de unos cuántos, jejeje!!)

Maribel Nieto Quetzal ProjectDesde la primera clase el 1-2-3-… -5-6-7-… tomó un rumbo totalmente distinto. Ante mí no tenía a la típica profesora que se cree antes bailarina que profesora. Maribel no venía a lucir su cuerpo, ni su estilo, ni los retos que a nivel profesional había conseguido. Ella solo estaba ahí para hacernos sentir el baile, jugar con los ritmos, la música, las historias apasionantes que hay detrás de cada estilo latino, de cada canción. Maribel, estaba ahí solo para enseñarnos baile y sobretodo para disfrutar del mismo.

Con esas cualidades me fascinó. A partir de ahí, mi pasión por la educación y formación me ha permitido analizar detalle a detalle qué es lo que la hace tan extraordinaria como profesional y como persona. Tan extraordinaria que los resultados que produce son excelentes no solo en el baile sino sobretodo en la autoestima de las personas. Ella consigue que mientras te armas un lío con los brazos, se te descoordinan los pies y no sabes ni dónde tienes la cabeza…en medio de eso, de repente empiezas a crecer como persona.

SUS INGREDIENTES ESENCIALES

¿Cómo hace que sus alumnos vayan creciendo día a día? ¿Cómo hace que aumente su autoestima sobre el baile? Te cuento algunas de esas claves que he visto en ella…

Trata a cada ser alumno que acude a sus clases como si fuera alguien extraordinario: les sonríe, les muestra su aprecio, llama a cada uno por su nombre y atiende a cada una de las caras de agobio que van apareciendo.

Pone límites: cuando lo cree necesario es capaz de poner límites a la no constancia, a actitudes que perjudican al grupo o cualquier aspecto que limite el aprendizaje de uno de sus alumnos.

Derrocha pasión, energía, alegría: puede estar resfriada, preocupada o completamente agotada al final de la semana pero siempre lleva la sonrisa puesta y cuando sus pies se meten dentro de esos bonitos tacones, la pasión se escapa en cada paso que da.

– Participa en su tiempo extra en actividades que permiten interactuar a los alumnos: es capaz de crear “comunidad” entre sus alumnos. Cenas, cervecitas y tapas, viajes, congresos, clases extras en la feria de abril…cualquier excusa es válida para hacer que la gente que quiera se sienta parte de algo más grande.

Se adapta al ritmo de cada persona: No hay un solo nivel en clase sino que en la misma aula hace adaptaciones para el nivel de cada persona. Si todavía no mueves nada coordinadamente, tendrás que concentrarte en los pies; si ya los tienes controlados, puedes también hacer tus pinitos con los brazos; y si mueves pies y brazos, te dará opciones para que juegues con tu cabello.

Humildad: No necesita tener un público delante de ella para lucirse, para mostrarnos sus dotes de artista, los premios que ha conseguido o los lugares en los que ha bailado. Sabe que su “pista” no es para lucirse sino para hacer que otros empiecen a lucirse tímidamente.

Estimula, motiva: dice “muy bien”, muchas veces a muchos alumnos, aunque sabe que todavía falta mucho para el “muy bien”. Pero cada uno de esos alumnos, la mira ante esas dos palabras y sonríe, sintiendo como su autoestima sobre el baile crece clase tras clase. En definitiva nos hace creer que tenemos alas, y empezamos a volar.

Es cierto que además de todas estas claves, tiene más habilidades, más recursos y más estrategias para conseguir que los alumnos complicados, empecemos a creer que podemos bailar “un poquito bien”, aunque solo sea un poquito. Pero esas claves mejor que te las descubras en una de sus clases al son de los ritmos latinos.

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