18 Jul Experimento; Dos años sin móviles, sin televisión y sin Tablet

¿Te gustan los experimentos? A mí me apasionan y sobretodo cuando me permiten conocer al detalle cómo funcionamos los seres humanos. Hace un par de años inicié un experimento: probar las consecuencias físicas, emocionales y psicológicas en la vida de dos pequeños al estar sin pantallas de televisión, Tablet o móvil durante 12 meses. No sé si llegaste a leer aquel post, pero cuando después de un año chequeé los resultados del mismo, me vi motivada a continuarlo al menos un año más. 

DIFICULTADES DEL EXPERIMENTO

Lo primero que te puedo decir es que no ha sido nada fácil mantenerse en esta investigación ya que hay distintos momentos en que te sientes verdaderamente tentado a ponerles en marcha cualquier pantalla y dejar que se sientan absorbidos por la misma:

– Cuando no quieren comer o está siendo un proceso complicado: en momentos así un móvil te salvaría porque concentraría su atención en la pantalla y no en la comida que tienen delante. 

– Cuando vas sola conduciendo en el coche con ellos y empiezan a pedir agua, comida, que quieren salir, etc. Eso hace que el viaje sea eterno no solo para ellos sino sobretodo para ti. 

– Cuando se empiezan a aburrir de cualquier actividad: hay momentos que su nivel de atención les pide cambiar cada 5 minutos de juego. En esos momentos, sabes que un móvil les permitiría estar absortos al menos media hora.

– Cuando no consiguen dormirse y tú estás muerto de sueño: sería fantástico ponerles una peli de dibujos y dejar que duerman cuando quieran mientras tú recuperas horas de sueño. 

Es cierto que éstas han sido algunas dificultades en el experimento pero ninguna de ellas me ha llevado a tirarlo por la borda…

¿CÓMO HEMOS LLEVADO A CABO EL EXPERIMENTO?

Te puedo decir que a lo largo del año hemos estado en lugares donde hay pantallas, por ejemplo en casa de los abuelos. En este caso no se trata de llegar al extremo y pedir que apaguen en todas las casas los televisores…ni mucho menos. Más bien en situaciones de ese tipo lo que he intentado ha sido crear alternativas de juego para que sea mucho más interesante vivir la realidad misma que no sentirla a través de una pantalla. ¡Y ha funcionado! No sé los juegos que me he tenido que inventar, las canciones o cuántas veces me ha tocado hacer de mono, de león o de elefante para captar su atención. 

Otro de los cambios que hemos llevado a cabo este año en el experimento ha sido introducir alguna pantalla para aplicaciones que les pueden resultar útiles a la hora de hacer un buen uso de los móviles:

– Vídeo llamadas para conectar con familia y amigos: hemos utilizado alguna noche el móvil para que hablen con personas que viven lejos de forma que descubran que estos “aparatitos” les permiten (bien utilizados) crear y mantener relaciones a distancia.

– Placer por la música: alguna tarde hemos compartido minutos de música distinta para que empiecen a disfrutar tanto de un concierto de música clásica, de una salsa, de la música rock o de una ópera.

– Alguna imagen: hemos utilizado puntualmente alguna imagen de fotos o vídeos para recordar con ellos buenos momentos vividos o incluso para que empiecen a reconocer a personas que son importantes en nuestra vida.

Y hasta aquí ha llegado el uso de las pantallas…

VENTAJAS DE MANTENERSE SIN PANTALLAS

Y bueno, después de compartir contigo algunas de las premisas del experimento, te diré cuáles han sido los aprendizajes y ventajas que nos ha dado el mismo: 

– Innovación en el movimiento: nunca en mi vida había pensado que un tobogán o el sofá de casa podría utilizarse desde tantas posiciones…tirarse de la forma más tradicional, subir al revés, tirarse de cabeza, recorrerlo por bajo, bajando de lado y dando casi la voltereta. Esto les ha hecho muy ingeniosos y creativos a la hora de darle distintos usos a un mismo objeto. 

– Entrada a la escuela infantil: han empezado con 20 meses y a la directora le sorprendió el primer día la capacidad de moverse, de relacionarse con otros, de pensar, etc. También es cierto que entran con demasiado entrenamiento a pelear por ciertas cosas lo que implica que te llamen la atención con frases tipo: «tu hijo pega al resto, sobretodo a los mayores». Este punto, sin duda no sería una ventaja…

– Uso del lenguaje: nuestra lengua de comunicación habitual es el inglés, pero esto no les ha impedido que desarrollen el valenciano con sus abuelos ni el castellano en la escuela infantil. Como no tienen que estar callados ante una pantalla, han aprendido a expresarse, a contarte cientos de cosas a su manera, a describirte cada vehículo que pasa por nuestro lado, etc. con lo que su vocabulario es realmente amplio.

– Uso de los sentidos: cada sonido que se escapa de la norma habitual es detectado (una ambulancia, un cohete, un sonido musical, una campana), cada cosa que se mueve en el espacio es interceptada por ellos (un animal, algo de comida), cada cambio de temperatura o de tiempo es sentido (aunque para todo dicen “hace calor”).

– Placer por la comida: no sé si es suerte, si es trabajo o una combinación de ambas pero ambos disfrutan de las verduras, frutas, pescado, etc. y además intentamos que sean conscientes de lo que comen para que noten mucho más cada combinación de sabores (todavía estamos en proceso…). Es curioso como en algunos restaurantes se acerca gente a nuestra mesa tan solo para verlos comer de forma autónoma y desde el máximo disfrute.

– Interacción entre ellos:son capaces de trabajar en equipo de una manera totalmente organizada. Cada vez que no están ante nuestra vista y escuchas un potente silencio durante 30 segundos, con una probabilidad del 99% es que están haciendo algún desastre por la casa. Pintan entre ambos las pared del pasillo, se ayudan a abrir grifos, a escalar paredes, a esconder cosas como si fueran tesoros secretos…(aquí ya te digo que la ventaja es para ellos y no para mí…jajaja!)

– Las caídas: forman parte de su día a día, de su aprendizaje, de sus avances y no verás que pierdan el tiempo con lloros o esperas para que vayas a levantarlos sino que se levantan casi más rápido de lo que caen y continúan con su camino. Han aprendido que la vida funciona de esa manera y cada vez se hacen más autosuficientes para levantarse e impulsarse a sí mismos.

– Contacto humano: han tenido que cambiar el ver seres humanos a través de una pantalla de televisión por ver seres humanos de carne y hueso. Para ocupar su tiempo necesitamos estar cerquita de ellos y compartir parte del mismo con personas que les quieren: visitar amigos, compartir tiempo de piscina, de montaña, de bicicletas, de juegos… Y de momento creo que las baterías de cosquillas, besos, caricias, miradas y abrazos están completamente cubiertas.

Por todo esto, te puedo decir que creo que este experimento es una de las mejores cosas que les puedo regalar por lo que…

¡EL EXPERIMENTO CONTINÚA!

Quizás te interese:

Un año sin pantallas: ¿Acierto o error?

Móviles en las aulas: ¿deberían permitirse?

Sácale partido al móvil en tus clases

No Comments

Post A Comment