24 Ene Secretos para ser un docente extraordinario: Secreto 1

Secretos para ser un docente extraordinario: Secreto 1

No sé realmente cuál es tu experiencia, pero te contaré la mía. Cuando cursé mis estudios de Magisterio de Educación Física me encontré con muchas clases en las que lo más importante eran las teorías, los creadores de las mismas y la historia de la pedagogía. Se hablaba de teorías, se leían teorías, pero te puedo asegurar que ningún profesional se puso delante de nosotros para transmitirnos todo lo que suponía tener a un ser humano en tus manos aprendiendo de ti. Nadie nos habló de nuestra influencia en esos alumnos ni mucho menos de la enorme responsabilidad que debería llevar el formar y educar a otros seres humanos. Esto, realmente me lo ha hecho aprender la vida en las aulas y sobretodo los protagonistas de las mismas: los alumnos.

Durante estos últimos años he ido encontrando muchos cursos de formador de formadores, cursos para maestros en distintas modalidades: a distancia, presencial, mixtos pero cuando he entrado al detalle de los mismos, veo que la mayor parte de ellos se quedan en la parte más superficial, en aquellas teorías y metodologías que se estudiaban en nuestra escuela de Magisterio. Son formaciones útiles ya que sales de ellas con nuevos recursos, técnicas, teorías y en muchas ocasiones incluso con un buen número de personas que se han convertido en tus amigos.

Pero, ¿cambia realmente tu visión? ¿Se produce un impacto tan potente que cambia tu forma de interactuar con los alumnos? ¿Sales de allí con cambios profundos y contundentes? Yo me atrevo a decir, que si te ha pasado como a mí, toda esa energía con la que sales, va menguando con el paso de los días, las semanas y los meses.

Muchas de aquellas técnicas que aprendiste quedaron en el baúl de los recuerdos, e incluso aquellos amigos a los que te abrazabas para despedirte, han vuelto a hacer su vida y forman parte de un recuerdo precioso, pero del pasado.

Y entonces, ¿cuál es el secreto para ser un buen docente? Considero que hay unos cuantos secretos que no nos contaron en esos cursos ni tampoco en nuestra educación formal como docentes. Hoy te contaré alguno de mis secretos…

Uno de mis secretos es…

…conseguir que cada día que paso en un aula sea completamente diferente al anterior, y diferente al que vendrá después.

Puede que los alumnos sean los mismos, o puede que los alumnos sean distintos y la materia la misma, puede que ésta sea la situación pero tú tienes la capacidad de crear algo distinto. ¿Cómo puedes hacerlo?

1. Busca las diferencias: encuentra todo aquello que distingue a unos alumnos de otros, incluso lo que distingue a un alumno un día u otro, busca diferencias en la información que compartes con ellos, en tus metodologías, actividades, etc. de forma que no tengas nunca la sensación de que tus días son simplemente una copia del anterior.
2. No te permitas sentirte aburrido: actívate, busca, pregunta, investiga, abre nuevos intereses en cada una de tus clases, nuevas discusiones, nuevas formas de trabajar de forma que el aburrimiento no se atreva a acercarse a ti.
3. Crea de la nada: el papel en blanco es una de las motivaciones más increíbles para nuestro cerebro. Cuando crecemos, el papel en blanco nos asusta pero cuando éramos pequeños era apasionante encontrar un papel blanco, o una pared en tu casa, una pizarra, un lugar en blanco donde tiene cabida cualquier idea que pase por tu mente.
4. Siente tus avances y mejoras: compite contigo mismo cada día para ir hacia adelante en cualquier habilidad que te propongas. Lee, estudia, observa el mundo con atención, aprende cada día y avanza hacia adelante, siempre hacia delante.
5. Conecta con la idea de que con tu trabajo estás cambiando el mundo: a veces pensamos que lo que hacemos es insignificante y que no llega a de nuestros alumnos, pero nos equivocamos. Cualquier detalle, mirada, sonrisa o gesto que tengamos con alguno de estos seres humanos, puede cambiar el rumbo de la historia.

La próxima semana, un secreto más para ser un docente extraordinario.

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Reme es una de esas atrevidas aventureras, de las que luchan por los sueños, una de esas apasionadas que nunca tira la toalla.